"Envidio a la gente que tiene una vida de mierda, al menos tiene una..."
No recuerdo cuándo empecé a sentirme muerta por dentro. Quizás nací así. Quizás fue tan traumante cuando pasó que no recuerdo. Whatever.
Lo que sí estoy segura, es que van años que me siento así. Se podría decir que tristemente, me acostumbré. Pero hoy me di cuenta que no quiero vivir más así. No quiero esforzarme para llorar y, una vez que lo hago, no poder parar. No quiero seguir haciendo cosas por pura inanición, o angustiarme cada vez que tengo un examen. No quiero pasar otro cumpleaños ajeno jugando Plantas vs Zombies. Quiero conectarme con la gente. Reír. Pasar un lindo rato, lejos de mi propia mente y las cosas que me obsesionan/atormentan. Que algo me apasione como antes, sentirme segura en lo que quiero. Sentir más cosas, sentir de verdad.
Quiero esto tan desesperadamente como jamás quise algo en mi vida. Esta vez, algo en mí dijo ¡Stop! e intenta cambiar definitivamente. El problema es ¿Cómo?; ¿podré alguna vez ser quien fui o quien sentí ser? ¿Puedo aferrarme a los momentos que siento algo como si en ellos se me fuera la vida y no morir en el intento? Mi cabeza es una computadora insoportable que no para. Quizás sea momento de llamar al técnico y formatearla...
jueves, 13 de febrero de 2014
martes, 11 de febrero de 2014
Des-vivir
Me sientro triste, desanimada e insegura nuevamente, como cada vez que voy a dar un paso importante en mi vida. Siento que no puedo manejar las cosas, que la vida es un gran espectáculo de circo y yo no sé ni siquiera hacer los malabares. Y siempre, siempre, tengo esta sensación al momento de un examen, o decisión importante en mi vida.
"No sé como vivir" sería la definición pavota. Lo cual es ridículo, puesto que es algo que vengo haciendo hace diecinueve años, pensarán. Pero no. Vivir para mí no es dejar que pase día tras día sumergida en un trance, intentando hacer malabares como puedo en una seguridad ficticia creada momentáneamente para zafar. No. Vivir no es encontrar felicidad valiéndome de cosas ficticias, cariños, imágenes que creo que los demás tendrán de mi, poses frías para evitar el dolor.
¿Por qué me cuesta tanto enfrentarme a la vida? es una pregunta que se repite en mi inconsiente desde que tengo uso de razón.
Cuando era chiquita y miraba a mi vieja cocinar tan espectacularmente o arreglar algo, por ejemplo y pensaba que era una especie de ser sobrenatural por hacerlo, que yo jamás iba a poder. Cuando empecé el jardín me costaba demasiado entender los juegos de los demás, me parecían incoherentes e inentendibles, prefería quedarme leyendo. Cuando empecé la escuela y empecé a "conectar" de una manera muy primitiva con el mundo que me rodeaba, miraba a lxs chicxs universitarixs y pénsaba que eran marcianos por la cantidad de cosas que estudiaban en un día.
Cuando ingresé en la adolescencia, ya con un grupo formado de amigas, y empecé a ir a matinés me sorprendía la facilidad con la cual levantaban pibes, como si fuera un trámite. Yo no entraba en ese juego, no lo entendía, pero comprendían que ellas sí jugaran, porque eran lindas y yo nunca me consideré así. Como siempre, imposibilitada. Cuando algún integrante del sexo opuesto se interesó en mí, ya era demasiado tarde, me sentía tan olvidada, fea, poco interesante y excluida de ese mundillo que no lo creía. Pero aún así, caí. Porque el amor te lo venden como algo tan lindo y anhelable made in disney que cualquier esbozo de posibilidad de vivir eso me hizo perder la cabeza. Y salí lastimada. Todo era una mentira. Desde ese no creo a nadie que se me acerque de esa manera y construyo amores imposibles para escapar de la realidad. Y veo a la gente sintiendo amor real, sintiéndose linda y segura al lado de alguien y no entiendo cómo hacen. Pero lo hacen.
Y el mundo sigue girando, los pájaros cantando, mi vieja sigue cocinando (cada vez mejor), las personas siguen recibiéndose en carreras tan díficiles que ni siquiera puedo pronunciarlas correctamente, y los mini teens siguen chapando en matinés. Y hay gente que se entrega por completo a su sueño. Y yo sigo procrastinando, pensando si alguna vez podré vivir, plantándome de cara a la vida. Así que agarro los malabares y vuelvo a empezar, otra vez,
Y me pregunto si la gente que lo hace es más feliz que yo.
"No sé como vivir" sería la definición pavota. Lo cual es ridículo, puesto que es algo que vengo haciendo hace diecinueve años, pensarán. Pero no. Vivir para mí no es dejar que pase día tras día sumergida en un trance, intentando hacer malabares como puedo en una seguridad ficticia creada momentáneamente para zafar. No. Vivir no es encontrar felicidad valiéndome de cosas ficticias, cariños, imágenes que creo que los demás tendrán de mi, poses frías para evitar el dolor.
¿Por qué me cuesta tanto enfrentarme a la vida? es una pregunta que se repite en mi inconsiente desde que tengo uso de razón.
Cuando era chiquita y miraba a mi vieja cocinar tan espectacularmente o arreglar algo, por ejemplo y pensaba que era una especie de ser sobrenatural por hacerlo, que yo jamás iba a poder. Cuando empecé el jardín me costaba demasiado entender los juegos de los demás, me parecían incoherentes e inentendibles, prefería quedarme leyendo. Cuando empecé la escuela y empecé a "conectar" de una manera muy primitiva con el mundo que me rodeaba, miraba a lxs chicxs universitarixs y pénsaba que eran marcianos por la cantidad de cosas que estudiaban en un día.
Cuando ingresé en la adolescencia, ya con un grupo formado de amigas, y empecé a ir a matinés me sorprendía la facilidad con la cual levantaban pibes, como si fuera un trámite. Yo no entraba en ese juego, no lo entendía, pero comprendían que ellas sí jugaran, porque eran lindas y yo nunca me consideré así. Como siempre, imposibilitada. Cuando algún integrante del sexo opuesto se interesó en mí, ya era demasiado tarde, me sentía tan olvidada, fea, poco interesante y excluida de ese mundillo que no lo creía. Pero aún así, caí. Porque el amor te lo venden como algo tan lindo y anhelable made in disney que cualquier esbozo de posibilidad de vivir eso me hizo perder la cabeza. Y salí lastimada. Todo era una mentira. Desde ese no creo a nadie que se me acerque de esa manera y construyo amores imposibles para escapar de la realidad. Y veo a la gente sintiendo amor real, sintiéndose linda y segura al lado de alguien y no entiendo cómo hacen. Pero lo hacen.
Y el mundo sigue girando, los pájaros cantando, mi vieja sigue cocinando (cada vez mejor), las personas siguen recibiéndose en carreras tan díficiles que ni siquiera puedo pronunciarlas correctamente, y los mini teens siguen chapando en matinés. Y hay gente que se entrega por completo a su sueño. Y yo sigo procrastinando, pensando si alguna vez podré vivir, plantándome de cara a la vida. Así que agarro los malabares y vuelvo a empezar, otra vez,
Y me pregunto si la gente que lo hace es más feliz que yo.
viernes, 10 de enero de 2014
Delirio de viernes por la noche
A veces pienso que soy libre
me gusta imaginar que
soy
sólo yo
viviendo en armonía
¿Armonía con qué? no sé
con algo
cualquier cosa
algo por lo que valga la pena
actuar con normalidad
saludar al vecino aunque no tenga ganas
pretender ser feliz en mi casa
disfrutar cada momento
hacer las cosas a tiempo
dormir menos y aprender a vivir
¡Pero qué mierda! once de enero y todavía me enjuago lágrimas inútiles que no son ni mías
porque no tengo nada
porque no me interesa
o finjo que no lo hace.
me gusta imaginar que
soy
sólo yo
viviendo en armonía
¿Armonía con qué? no sé
con algo
cualquier cosa
algo por lo que valga la pena
actuar con normalidad
saludar al vecino aunque no tenga ganas
pretender ser feliz en mi casa
disfrutar cada momento
hacer las cosas a tiempo
dormir menos y aprender a vivir
¡Pero qué mierda! once de enero y todavía me enjuago lágrimas inútiles que no son ni mías
porque no tengo nada
porque no me interesa
o finjo que no lo hace.
domingo, 13 de octubre de 2013
viernes, 27 de septiembre de 2013
Estoy pasando uno de mis días de "extremo mal humor" que me suelen agarrar de vez en cuando, en los cuales no soporto la vida misma y me gustaría encerrarme a llorar en mi cuarto pero no puedo porque tengo obligaciones, principalmente, y porque en este momento no tengo puerta en mi cuarto y mi vieja es del tipo "contame que te pasa" y no me place comentarle particularmente.
Estaba leyendo las cosas que comenté en el twitter mientras miraba la Season Premiere de Glee, la verdad, mientras lo miraba sufrí mucho. Me molestaron muchas cosas del capítulo, pero hay algo muy particular que me molestó y que en su momento no logré identificar: Cory. No soporté el hecho de que siguieran como siempre las historias banales, de que éstos salen a escondidas, que los otros se proponen matrimonio (Klaine y la re putísima madre que te parió). No soporté a Lea cantando Yesterday. A pesar de que las versiones me gustaron y disfruté que hicieran canciones de una de mis bandas favoritas, no soporté la superficialidad del asunto. La gota que rebalsó el vaso fue cuando mostraron a una Tina "amargada" y los chicos del club dieron por sentado que se debía a que no tenía pareja, entonces resolvieron que ella eligiera a alguno de los solteros para que la acompañe a los bailes, etc...sin palabras.
Toda mi adolescencia crecí identificada con las situaciones que iban pasando en esta serie, en menor o mayor medida, a veces hasta fines tan enfermizos que creía que Ryan Murphy me espiaba. De repente, ver que en ese ambiente tan familiar las cosas siguen igual que siempre, en un momento lleno de cambios de mi vida, en vez de consolarme me desconcierta y deprime. Leer la sinopsis del capítulo dedicado a Finn hizo que me tirara a llorar durante bastante tiempo esta tarde. Simplemente no aguanto la idea de que algo desaparezca y seguir como siempre, siempre fui muy flexible a los cambios, salvo quizá con esto...en la vida nada permanece, todo se transforma. ¿Pero y si quedan las cosas que nos hacen mal y sólo se transforman las buenas?...
Necesitaba hablar con alguien y las personas con las que quería hacerlo me dieron la espalda hoy (probablemente mejor para ellos debido a mi estado, pero no deja de angustiarme) así que recurro nuevamente a vos, querido blog...mil gracias por el espacio :)
Estaba leyendo las cosas que comenté en el twitter mientras miraba la Season Premiere de Glee, la verdad, mientras lo miraba sufrí mucho. Me molestaron muchas cosas del capítulo, pero hay algo muy particular que me molestó y que en su momento no logré identificar: Cory. No soporté el hecho de que siguieran como siempre las historias banales, de que éstos salen a escondidas, que los otros se proponen matrimonio (Klaine y la re putísima madre que te parió). No soporté a Lea cantando Yesterday. A pesar de que las versiones me gustaron y disfruté que hicieran canciones de una de mis bandas favoritas, no soporté la superficialidad del asunto. La gota que rebalsó el vaso fue cuando mostraron a una Tina "amargada" y los chicos del club dieron por sentado que se debía a que no tenía pareja, entonces resolvieron que ella eligiera a alguno de los solteros para que la acompañe a los bailes, etc...sin palabras.
Toda mi adolescencia crecí identificada con las situaciones que iban pasando en esta serie, en menor o mayor medida, a veces hasta fines tan enfermizos que creía que Ryan Murphy me espiaba. De repente, ver que en ese ambiente tan familiar las cosas siguen igual que siempre, en un momento lleno de cambios de mi vida, en vez de consolarme me desconcierta y deprime. Leer la sinopsis del capítulo dedicado a Finn hizo que me tirara a llorar durante bastante tiempo esta tarde. Simplemente no aguanto la idea de que algo desaparezca y seguir como siempre, siempre fui muy flexible a los cambios, salvo quizá con esto...en la vida nada permanece, todo se transforma. ¿Pero y si quedan las cosas que nos hacen mal y sólo se transforman las buenas?...
Necesitaba hablar con alguien y las personas con las que quería hacerlo me dieron la espalda hoy (probablemente mejor para ellos debido a mi estado, pero no deja de angustiarme) así que recurro nuevamente a vos, querido blog...mil gracias por el espacio :)
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